jueves, 24 de agosto de 2023




 Metrópolis de Fritz Lang (1927)


Les presento dos significativas escenas del principio de la obra. Esta es una cinta cargada de sentido, cuyo visionado requiere cierto conocimiento de sabiduría católica por los símbolos contenidos. A pesar de ser judío el propio Lang, en esta obra se ve la clara influencia de su madre católica. Un mundo de placeres, hedonista, no deja ver al protagonista quién es y dónde vive. El personaje de María le hace despartar de su sueño de muerte. Luego descubre que la maravillosa ciudad, con sus grandes rascacielos y teconología de punta, con autos voladores, y con sus lugares de placeres; teatros y estadios de desportes, es en realidad una ciudad demoníaca (visión de Moloch) que se sustenta a base de sacrificios humanos.




martes, 25 de julio de 2023

 


Qué verde era mi valle de John Ford (1941)


Basta ver la adversión que genera en algunos los diez primeros minutos de esta cinta de Ford para entender su importancia. "Es una película pasada de moda", "las cosas que muestra el filme como valorables ya están pasadas de moda", comentarios como estos están cargados del espiritu revolucionario que ha colonizado nuestras inteligencias (gracias a Dios, la mia se descolonizó), mamandolo desde niños, sin siquiera advertirlo. 

Lo que no debe perderse y se ha perdido, lo que aun perdura pero casi no se ve, un pueblo sano, con varones y mujeres ejemplares, eso es lo que de algun modo resalta la película. No lo hace de manera perfecta, es cierto. Baste decir que el filme trata de una población galesa protestante afectada por la revolución industrial. Sin embargo está repleta de nobleza, respira virtud y amor a lo que de verdad debe amarse y dolor por la corrupción de costumbres. 

¿Puede un católico filmar algo así? Si, porque aunque no haya un sacerdote en el filme, sino un "pastor", un católico puede sacar grandes enseñanzas de ello. Puede decirse: si este que no ha tenido la bendición de recibir la única Fé divina que salva, los medios divinos por lo que somos perdonados y santificados, es decir los Sacramentos; aun así, es virtuoso ¿cuanto mas no debe serlo un católico? Si aún sin la obligación del celibato, don perdido por el protestantismo, se resiste "el pastor" a un amorío que siente que no debe ¿cuanto mas no debe amar la castidad un sacerdote? Además Ford no muestra ni rechazo de la verdad, que no parecen conocer, ni aprobación del error. Especial mencion merece el personaje del padre y capataz de los mineros, un verdadero modelo patriarcal. No ese patriarcado caricaturezco del padre golpista, atontado, y carente de inteligencia y bondad, que es el constante ataque del feminimso. No, eso es atacar la forma viciosa. Si por principio se está en contra del patriarcado, se debe atacar su forma correcta y virtuosa, pero pedir nobleza al progresista al debatir, cuando se alimenta de construcciones ficticias para argumentar, es pedir peras al olmo. 

Podría destacar la dirección cinematográfica, que es impresionante en muchas escenas, pero dejo ese análisis para otros. En este blog, mas de una vez, haremos mas bien hincapié en lo que las peliculas dicen mas que en cómo lo dicen, sin desatender que el cómo también comporta significado. En mi carrera de estudiante de cine el "cómo" importó tanto que nunca se nos dijo algo muy básico: Si la pelicula corrompe al que la ve o promueve el vicio en el comportamiento o resulta ofensivo a Dios o su divina ley, para nada sirve y debe ser censurada. Imposible, es verdad, era que se nos dijera eso en una universidad estatal en la Argentina, donde la educación sin Dios es la norma atea que rige las escuelas estatales, de un estado que dice en su constitución sostener el culto católico; ambiguedades malsanas que nos afectan desde que el veneno liberal se expandió por el mundo. 

Les comparto finalmente, los entrañables primeros diez minutos de esta gran cinta: 





 

domingo, 9 de julio de 2023

 



Los siete Samurais de Akira Kurosawa (1954)


Con esta cinta de Kurosawa doy inicio a la serie de entradas destinadas a presentar la selección de las diez mejores películas publicada en la entrada anterior. 
En este caso presento el filme mediante una pequeña selección de escenas que les comparto a modo de avance, un avance ciertamente peculiar. En este blog solo hacemos algunos señalamientos que consideramos relevantes, a fin de guiar la mirada del que lea y vea desde un punto de vista casi inexistente dentro de la crítica cinematográfica y que sin embargo es de capital importancia; hablo aquí de juzgar la película desde un punto de vista moral y desde un punto de vista religioso, espiritual; mas explícitamente desde la Fe divina revelada. Si Nuestro Señor Jesucristo es el centro y el fin de todos los hombres en general y de todo hombre en particular, entonces todo debe juzgarse desde Cristo, con Cristo y en Cristo. 
Ahora bien, los siete samurais de Kurosawa está ambientada en el Japón del siglo XVI. Estamos en una nación pagana, que desconoce a Nuestro Señor casi en su totalidad. En dicho siglo el gran San Francisco Javier llevaría las primeras luces del anuncio de la Verdad eterna, pero no por eso Japón quedaría evangelizada.
¿Por qué entonces un católico presenta un filme que no refleja sino la cultura japonesa vista por un director también japonés del siglo XX? Por una razón sencilla: habiendo caído las naciones occidentales en la apostasía por penetración de la mentalidad revolucionara iluminista de raíz protestante, y en nuestros días, profundizándose mucho mas ese abismo negro de naciones que en un pasado fueron iluminadas por la luz de Cristo, luz que hoy rechazan; sucede, que la antropolatría sútil, y difuminada por doquier, ha oscurecido no sólo las verdades sobrenaturales sino aun las naturales, por lo cual el estado de nuestros países en cierto sentido viene a ser peor que el de las naciones paganas que ignoraban a Nuestro Señor. Porque peor es la oscuridad de rechazar la luz a la oscuridad de no haber sido aun iluminados. Por eso en este filme, como en buena parte de la cinematografía japonesa de esas décadas, uno puede advertir un norte edificante, en sentido moral, que buena parte de los filmes occidentales no pueden presentar. Si bien esto es relativo; pues también hubo y hay muchos cineastas progresistas en Japón, y en occidente también hubo y hay cineastas que retrataron la virtud, como veremos en la siguiente entrada con la clásica pelicula de Ford. Esta es la justificación profunda de la película de Korusawa. Con lo que respecta a la narrativa del filme, a la construcción de los personajes, a la maravillosa puesta en escena, etc. mucho se ha dicho y escrito ya, y es sin duda un aspecto también muy importante, sin el cual, la película no hubiera entrado en esta lista personal, pues por mas buena intención que se tenga, si la ejecución no es buena, no hay arte.

He seleccionado dos o tres escenas como presentación del filme. Es una presentación a modo de trailer que principalmente, mas allá de presentar la trama, muestra un poco el espíritu y la nobleza del largometraje. En estos pocos minutos vemos a los bandidos planificando asolar a los campesinos una vez que haya madurado la cocecha, y cómo los mismos, al enterarse de esto, lloran y claman a la divinidad por una solución. Ellos primero proceden rectamente al consultar al venerable anciano qué deben hacer, y la solución aparece. El anciano les propone algo inaudito: contratar samurais para organizar la defensa. No saben cómo hacerlo, pues no tienen con que pagar. El venerable anciano les dirá que el hambre es tan general que encontrarán samurais hambrientos. Sin embargo encuentran algo mejor: un samurai noble de espíritu que acepta la empresa por compasión hacia los campesinos. 


(Copie y pegue el enlace para ver el video.
Por derechos de autor no puedo compartirlo directo)


https://youtu.be/9kvL1ow7WFY


domingo, 25 de junio de 2023


Selección personal: las diez mejores


Retomando después de largo tiempo este blog de cine, quisiera compartir una selección personal de las que considero las diez mejores obras cinematográficas. Este ejercicio lo hice motivado por la selección hecha por el director ruso Andrei Tarkovski. Cuenta la anécdota que el periodista al hacerle la pregunta sobre las diez mejores, esperaba ciertamente una respuesta un tanto meditada, pues requería la pregunta cierta reflexión, mas no esperaba que Tarkovski se lo tomara tan seriamente. El ruso tomó un papel y se precipitó en un largo silencio. Luego fue escribiendo la lista, mas enseguida tachaba, la rehacía, y así estuvo un buen rato, sumido en si mismo, ignorando del otro lado la existencia del periodista.

Comparto su lista porque es una excelente lista. Una obra cinematográfica para ser excelente no debe estar solamente bien realizada, o sí, pero no en un sentido únicamente técnico. Porque al fin y al cabo la técnica está al servicio del contenido. Si este carece de solidez, sino es verdadero, sino está bellamente expresado a partir de la verosimilitud de personajes y situaciones, si la dirección de la película no refleja hondura en el pensamiento de su autor, si todo ello está ausente, termina el filme por no servir de nada. Así, infinidad de películas que no han merecido ver la luz han contaminado el mundo. 

El cine es un saber hacer, es decir, es un arte. Y el arte tiene que estar al servicio del bien y de la verdad. Si no ayuda al hombre a elevar su espíritu, sino le ayuda a unirse a Dios, a romper con la vanidad del mundo, a destacar una verdad natural o sobrenatural expresada en una imagen artística, si nada de ello se encuentra, entonces de nada sirve. Debemos convencernos de esto. Desde este criterio profundo, he hecho mi lista personal, criterio no ajeno a la mente de Tarkovski. He aquí las que he seleccionado. Si alguno no considera a alguna de estas digna de integrar una lista así, son cuanto menos dignas de ser vistas y meditadas.
En las entradas siguientes comentaremos cada una de ellas. También comentaremos otra que no he incluído en esta lista, y que la nombraría como especial, o mas bien, especialísima: La pasión de Cristo de Mel Gibson. Y voy a explicar allí el por qué.





1 Andrei Rublev de Andrei Tarkovski (1966)





2 Historias de Tokio de Yasujiro Ozu (1953)





3 Stalker de Andrei Tarkovski (1979)




4 Primavera tardía de Yasujiro Ozu (1949)




5 Sacrificio de Andrei Tarkovski (1986)




6 Diario de un cura rural de Robert Bresson (1951)





7 Diálogo de Carmelitas de Philippe Agostini y Raymond Leopold Bruckberger (1960)




8 Metrópolis de Fritz Lang (1927)




9 Qué verde era mi valle de John Ford (1941) 




10 Los siete samurais de Akira Kurosawa (1954)




Por último la lista de Andrei Tarkovski:





domingo, 18 de abril de 2021



 "Dos" (1964) de Satyajit Ray 

Cortometraje del mejor director de Cine indio


Tan sólo 12 minutos. No necesitó mas el cineasta indio para crear una obra de gran profundidad y sumamente sugerente. No tenemos un sólo diálogo pero se dice mucho tanto en conjunto como en detalle. 
Todo la debacle del siglo XX encerrada simbólicamente en esta pequeña historia sobre dos niños. El uno, corrompido por la ideología mundialista, el otro, aun ligado a la inocencia y pobreza, y por ende riqueza, de la vida. No hagamos uso de una mirada superficial de la obra atendiendo a lo fácil: la desigualdad económica, lei motiv pobre del análisis marxista. Atengamos mejor al vacío de la mirada del niño rico, a su adultez prematura, a la pérdida de su inocencia. No es la civilización occidental el problema, no, sino el cause materialista, ateo y consumista, por el que esta ha entrado. 



(Ir a versión web si en la versión celular no aparece el video o no se reproduce)


 



sábado, 16 de enero de 2021


Secuencia de Nostalgia (1986) de Andrei Tarkovski


He seleccionado este fragmento del filme porque me parece un magnífico y espléndido retrato de la mujer moderna, de gran actualidad, si se sabe apreciar. Su impotencia para la Fe y la piedad, su egoísmo sutil, y en el fondo -porque se trata de un personaje de buena voluntad- su admiración por la mujer de pueblo, piadosa, que reza con sencillez de espíritu, están expresados con maestría por el cineasta ruso. Así, como hablamos de los dos cines, también en este caso podríamos hablar de las dos mujeres. La una quiere ser madre y pide a la Virgen que le conceda la Gracia de serlo rezando las letanías, mientras la co-protagonista (de oficio traductora) responde al cura, que no es letrado, desde su ya incipiente feminismo. No es la mujer "progresista" de hoy, a favor del aborto y otras yerbas, pero en potencia ya lo es. El cuadro final, que da fama al monasterio donde transcurre la escena, es el de La Madonna del parto (La Virgen del parto).
Atención al duelo de miradas entre la Virgen Madre y el personaje en el plano final de la escena.

(si en la versión celular no aparece o no se reproduce el video ir a la versión web)


  Metrópolis de Fritz Lang (1927) Les presento dos significativas escenas del principio de la obra. Esta es una cinta cargada de sentido, cu...